Bruselas aparca su doctrina de estabilidad presupuestaria y recomienda el gasto en sanidad y empleo . Es la línea que adoptó inmediatamente la Comisión Europea cuando estalló esta crisis del coronavirus y que sigue manteniendo. Ayer, en la presentación de las recomendaciones específicas por país, un ejercicio que suele convertirse en una crítica dura para los gestores de la economía española, esta vez todo fue muy distinto. La Comisión recomienda anteponer la inversión en la sanidad pública y la protección de empresas y empleos sobre una ortodoxia fiscal que ya tendrá su momento.

Lo dijo un comisario con fama de duro, el vicepresidente Valdis Dombrovskis, que comparó el impacto de la crisis con el de un asteroide. “El coronavirus nos ha golpeado como un asteroide y ha dejado un agujero en forma de cráter en la economía europea”, dijo el comisario, centrando la prioridad en la inversión y dejando el equilibrio fiscal para tiempos mejores.
Es un mensaje dirigido a todos los países europeos y muy especialmente a España, a la que se pide que invierta en un sistema sanitario en el que la pandemia ha revelado “problemas estructurales”, que vienen derivados de “carencias en inversiones en infraestructuras físicas y deficiencias en la contratación y en las condiciones laborales de los trabajadores sanitarios”.
No es tiempo de austeridad
La CE antepone la necesidad de inversión sobre el equilibrio presupuestario
Lidia Mª Núñez Salgado 4ºA
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