jueves, 17 de septiembre de 2020

El Banco de España vira hacia el pesimismo y recorta hasta la mitad el crecimiento de la economía en 2021

 Un verano desastroso para el turismo y la falta de certidumbre en una salida de la crisis sanitaria han echo virar hacia el pesimismo en al Banco de España . El organismo corrige entre dos y cuatro a la baja su expectativa de crecimiento para 2021. 



Un verano "dantesco" para el sector turístico y la falta de certidumbres acerca de una salida a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus llevan al Banco de España a empeorar sus expectativas sobre la economía española.

El supervisor ha publicado su tercer informe trimestral corrigiendo notablemente a la baja el crecimiento esperado de la economía en 2021. El organismo estimaba el pasado mes de junio que el impacto de las medidas para frenar la pandemia sería menor de lo que finalmente fue entre abril y junio. Finalmente, la realidad reflejó una caída más severa (-18%) de lo previsto. Los economistas también habían considerado que desde junio se produciría una recuperación económica "robusta", dejando atrás lo peor de la crisis. Pero los rebrotes y las medidas de cuarentena adoptadas por países que envían millones de turistas a España en verano frustraron esta expectativa.

El pasado mes de junio el Banco de España preveía que, trae retroceder un 11,6% en 2020, la economía española retomaría el crecimiento en 2021 con una tasa de crecimiento del PIB del 9,1%. En su revisión actual, los riesgos a la baja derivados de la situación sanitaria y los efectos sobre el tejido productivo llevan a un mayor pesimismo: la economía podrá crecer un 7,3% en el mejor de los escenarios y un 4,1%, menos de la mitad, en el peor. En cualquier caso, a finales de 2022, la economía española no habría recuperado el terreno perdido porque estaría aún al menos dos puntos por debajo del nivel al que terminó 2019. 

Las previsiones del organismo parten del supuesto de que hasta el segundo trimestre del año que viene no existirá una vacuna que despeje la incógnita de cuándo se puede combatir el coronavirus con medios que no restrinjan la movilidad. También excluyen los efectos del macroplan de ayudas lanzado por la Unión Europea ya que, aunque puede tener un impacto "potencialmente relevante" acelerando hasta dos puntos el crecimiento, no están aún agendados ni en plazos ni en importes concretos. Finalmente, no tiene en consideración una posible prórroga de los esquemas de ayudas a rentas como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) a la espera de que finalmente se produzca este acuerdo entre Gobierno y agentes sociales.

                                   MARTA ROBLES RODRIGUEZ 4ºA                 



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