En España no es obligatorio contratar un seguro de hogar si la vivienda no está hipotecada. Sin embargo, existen muchos factores que demuestran la necesidad de contar con una póliza más o menos completa para evitar sorpresas e imprevistos: desde inundaciones provocadas por una fuga en la ducha hasta incendios o robos.
La adquisición de una vivienda supone en la mayoría de los casos la mayor inversión de la vida del comprador. Si, además, al precio de la casa le sumamos el de todos los objetos que tenemos dentro (muebles, electrodomésticos, obras de arte, ropa, elementos deportivos, etcétera), el importe de lo que podemos perder en caso de accidente o robo es muy posible que nos impida poder reemplazarlo.
Este es el primer factor que empuja a los propietarios a contratar un seguro de hogar en el momento en que adquieren una casa. Por lo general, las compañías aseguradoras,ofrecen a sus clientes varios tipos de cobertura, en función de si se trata de nuestra residencia habitual, la de vacaciones (que permanece la gran parte del año vacía) o si se trata de una que mantenemos alquilada.
Sea como sea, en cualquiera de los casos, todos poseen tres puntos que resumen la cobertura de la póliza: responsabilidad civil, contenido y continente.
Existe un gran número de motivos por los que asegurar una casa. El primero de ellos es, sin duda, la tranquilidad de saber que pase lo que pase en nuestro hogar habrá alguien que se encargue de arreglarlo.
Pero también hay muchos otros:
1. Es una buena inversión. Por lo general, el precio de las pólizas son bastante asequibles para todas las familias que quieren contratarlas. Las diferencias de coberturas marcan los diferentes niveles de precio, por lo que cada persona puede contratar lo que mejor se adapte a sus circunstancias. Sea cual sea la elegida, la aportación de cada cuota comparada con la prima en caso de cualquier accidente que cubra suele compensar hasta el punto de ser considerado una buena inversión para el cliente.
2. Rapidez en la solución de accidentes. Contratar una buena cobertura es la solución más fiable, práctica, económica y sencilla para resolver lo antes posible cualquier incidencia doméstica. Sólo es necesario levantar el teléfono.
3. Reconstrucción de la vivienda. Una póliza que asegure nuestro hogar ante incendios o daños causados por fenómenos ambientales puede evitarnos grandes disgustos. En la mayoría de los casos, los seguros garantizan la reparación e incluso la reconstrucción de parte o la totalidad de la vivienda.
4. Reposición de objetos. También resulta interesante la contratación de un seguro de hogar si tenemos en cuenta que cubre, además del continente de la vivienda, el contenido. Este punto es importante, sobre todo, si somos víctimas de un robo o si a causa de un imprevisto, como una fuga de agua, se estropea algún objeto, como por ejemplo la televisión.
5. Cubre incidentes domésticos comunes. Las goteras son el accidente que más se da en las viviendas de nuestro país. Sus consecuencias suelen ser bastante aparatosas y su solución, sin un buen seguro, se puede eternizar. Como este problema, en el día a día nos podemos topar con multitud de ellos. De ahí la importancia de contar con una compañía que asegure los objetos dañados y la reparación.
6. Cobertura ante robos y posibles fraudes con tarjetas de crédito. Es importante saber que prácticamente la totalidad de los seguros de hogar también se encargan de cubrir los costes derivados de sufrir cualquiera de estos dos delitos.
7. Protección jurídica. Este tipo de coberturas suelen incluir los costes que puedan derivarse de un conflicto jurídico derivado de algún problema relacionado con nuestro hogar: robos, daños a vecinos, etcétera.
Tania Martín 4ºESO