El mercado de petróleo ha intentado recomponerse este martes del shock que se produjo en la tarde del lunes en el crudo americano. El barril de West Texas Intermediate (WTI), que se toma como referencia en EEUU, sufrió la mayor caída de su historia y entró por primera vez en terreno negativo (-38 dólares) ante los problemas de sobreoferta generados por el coronavirus.
La caída de la demanda por la parálisis del Covid-19 ha provocado un exceso de reservas entre los productores estadounidenses, cuya capacidad para almacenar el excedente se encuentra ahora al límite. Desde Fidelity explican que lo sucedido ayer fue fruto de la presión coyuntural que añade la pandemia a la operativa particular del mercado de crudo. "Los futuros sobre el petróleo son contratos que desembocan en la entrega física de la materia prima de una determinada calidad en un punto concreto", apunta James Trafford, analista y gestor de fondos de la firma.
Conforme se acerca la fecha de entrega, los inversores tienen que renovar el contrato hasta el siguiente plazo de vencimiento -que en este caso es junio- o bien aceptar la entrega física. "
María Rabazo 4°A
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