martes, 6 de marzo de 2018

UNA MINA DE URANIO SIEMBRA LA DISCORDIA ENTRE ESPAÑA Y PORTUGAL

El yacimiento salmantino de Retortillo, a 50 kilómetros de la frontera, está junto a ríos que desembocan en el Duero
Después del almacén de residuos de la central nuclear de Almaraz (Cáceres), las tensiones entre España y Portugal tienen un nuevo capítulo: la próxima apertura de una mina de uranio a cielo abierto en Retortillo, a 70 kilómetros de Salamanca y a 50 de la frontera con Portugal. El proyecto ha levantado las protestas de los grupos ecologistas portugueses y españoles y las críticas del Bloco de Esquerda, socio parlamentario del Gobierno socialista portugués. Según estos, el Gobierno español no ha realizado el preceptivo estudio de impacto ambiental transfronterizo, ya que los desechos de la mina podrían acabar en el río Duero.
El presidente de la comisión parlamentaria de Medio Ambiente, el bloquista Pedro Soares, alerta de que si no hay una protesta firme del Gobierno portugués pueda repetirse la táctica de los hechos consumados como, dice, ocurrió con el almacén de residuos nucleares de Almaraz. Lisboa presentó el año pasado una denuncia ante la Comisión Europea en contra de esta instalación temporal —para guardar la basura nuclear hasta que se construya el cementerio de Cuenca— por no contar con una evaluación de los impactos transfronterizos del proyecto.

Después del almacén de residuos de la central nuclear de Almaraz (Cáceres), las tensiones entre España y Portugal tienen un nuevo capítulo: la próxima apertura de una mina de uranio a cielo abierto en Retortillo, a 70 kilómetros de Salamanca y a 50 de la frontera con Portugal. El proyecto ha levantado las protestas de los grupos ecologistas portugueses y españoles y las críticas del Bloco de Esquerda, socio parlamentario del Gobierno socialista portugués. Según estos, el Gobierno español no ha realizado el preceptivo estudio de impacto ambiental transfronterizo, ya que los desechos de la mina podrían acabar en el río Duero.

El presidente de la comisión parlamentaria de Medio Ambiente, el bloquista Pedro Soares, alerta de que si no hay una protesta firme del Gobierno portugués pueda repetirse la táctica de los hechos consumados como, dice, ocurrió con el almacén de residuos nucleares de Almaraz. Lisboa presentó el año pasado una denuncia ante la Comisión Europea en contra de esta instalación temporal —para guardar la basura nuclear hasta que se construya el cementerio de Cuenca— por no contar con una evaluación de los impactos transfronterizos del proyecto.
Lola García - 1ºBachillerato

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