Portugal se encuentra en medio de un boom inmobiliario que muchos temen que sea una burbuja. Durante el último trimestre de 2017 el valor inmobiliario subió un 10,5%, duplicando el registrado en la zona euro.
La presión del turismo ha desplazado a los residentes históricos de los barrios céntricos de Lisboa y Oporto donde los precios de las viviendas ya superan los registrados en París. La presión también se siente hasta en el extrarradio, donde los precios han aumentado debido al interés de fondos extranjeros interesados en invertir en el país vecino.
Ante la situación crítica, y el creciente descontento del público, el Gobierno luso ha lanzado una ambiciosa serie de medidas que pretenden plantar cara a la crisis habitacional en
Portugal con alquileres accesibles a cambio de beneficios fiscales,
protección para los ancianos y los discapacitados, prohibición de los
desahucios por obras y ayudas para repoblar el interior.
Nuria Gabino -1ºBachillerato
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