El Banco de Inglaterra considera que el escenario más adverso al que han sido sometidos los cuatro bancos británicos que han tomado parte en loes test de estrés de la Autoridad Bancaria Europea (EBA por su sigla en inglés) ha sido más duro que el aplicado a la mayoría del resto de países europeos.
"Los escenarios para la mayoría de las otras economías europeas no fueron tan severos como para Reino Unido", ha subrayado el instituto emisor británico, después de que los resultados de las pruebas de esfuerzo de la EBA hayan señalado al británico Barclays como la entidad que peor resultado obtuvo, con una ratio de capital CET1 'fully loaded' del 6,37%, mientras que Lloyds Banking Group lograra una ratio del 6,80%, el tercer peor resultado entre los 48 bancos examinados.
Por su parte, el nacionalizado RBS ha sido el banco británico que registraba una ratio de capital de máxima calidad CET1 más elevada al final del periodo examinado en el peor escenario previsto, con un 9,92% 'fully loaded', mientras HSBC lograría una ratio del 9,18%.
Asimismo, el Banco de Inglaterra ha destacado que la metodología aplicada por la EBA no ha tenido en cuenta las medidas que las entidades adoptarían en situaciones reales de estrés, como reducir la remuneración de sus empleados.
No obstante, la institución presidida por Mark Carney ha destacado en un comunicado que "a pesar de estas limitaciones, los bancos del Reino Unido han demostrado que podrían absorber el efecto del escenario estresado de la EBA en sus colchones de capital".
El Banco de Inglaterra tiene previsto publicar el resultado de sus propias pruebas de esfuerzo el próximo 5 de diciembre.
Los escenarios planteados por los reguladores contemplaban en el caso del Reino Unido un escenario base de crecimiento del PIB del 1,6% este año y del 1,7% en cada uno de los dos ejercicios siguientes, mientras que en el escenario adverso manejaban una contracción del PIB del 2,8% este año y del 2,2% en 2019 para retornar a un crecimiento del 1,8% en 2020, lo que de forma agregada representaba un crecimiento negativo del 3,3%, igual que en el caso de Alemania, pero por encima de los escenarios de España (-0,8%), Francia (-1,5%) o Italia (-2,7%).
Mario Gomez Ruiz
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