El
escritor no está de acuerdo con esta deuda, por lo que ha decidido
mantenerla suspendida para que no entre en fase ejecutiva, según informó
hoy El Confidencial.
Una
maniobra realizada por consejo de sus abogados y que le ha obligado a
pedir una hipoteca privada y a presentar las escrituras de la casa que
posee en el centro de Madrid como aval por la cantidad que le reclama
Hacienda, según la citada web.
La
casa en cuestión, que Vargas Llosa se quedó tras su separación de
Patricia Llosa, no está sin embargo a nombre del nobel, sino de una
sociedad holandesa de la que es el accionista mayoritario.
Según la web, Vargas Llosa recibió la notificación de Hacienda hace unas semanas.
Una
noticia que llega poco después de que Vargas Llosa y su actual pareja,
Isabel Preysler, hicieran público que todos los papeles del divorcio del
escritor ya están en regla, por lo que podrían casarse en cualquier
momento.
Miriam Herrera 4ºA
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