En el trimestre, la empresa ha contabilizado unos ingresos por servicio de 1.055 millones de euros, un 7,4% menos que en el mismo periodo del año anterior. A pesar de la bajada, la compañía sostiene que "el ritmo de descenso de los ingresos por servicio se ha estabilizado". En el segundo semestre, la caída se cifró en un 7,2%. La bajada del tercero es peor, del mencionado 7,4%, pero parece contenerse.
2018 no fue favorable para Vodafone España. Sus competidores se fortalecían con la adquisición de derechos deportivos para sus plataformas televisivas, con Telefónica a la cabeza, y Vodafone tomó la decisión de no comprar la emisión de competiciones como la Liga y la Champions, al encontrar el desembolso poco rentable para los intereses de su negocio.
Orange no perdió comba y pagó igualmente por el deporte, una decisión que Telefónica combinó con un fuerte impulso promocional en los meses estivales. Además, había surgido un cuarto operador en ascenso ininterrumpido, MásMóvil, el único que ha ganado líneas ininterrumpidamente durante todo el año.
Sólo en el semestre comprendido entre abril y septiembre, Vodafone se despidió de 98.000 clientes de televisión, 68.000 de estos en el segundo semestre. La nueva 'guerra del fútbol" se hacía notar.
"el impacto de la menor base de clientes se vio mitigado por la menor actividad promocional en el mercado y la mejora de los resultados comerciales".
Vodafone España ha facturado por servicio la mencionada cifra de 1.055 millones de euros, después de los 1.091 del segundo trimestre.
Silvia Montes
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