La pandemia del coronavirus ha provocado un auténtico socavón en la economía española que tardará varios años en arreglarse. El Fondo Monetario Internacional pronostica un desplome del producto interior bruto de 12,8% en 2020, la mayor caída de todas las economías avanzadas. Ante esta situación cabe preguntarse, ¿por qué España es el país más perjudicado? Puede que haya una explicación razonable.
La principal razón es lo duro que haya sido el confinamiento y el cierre de los comercios. En ningún país cayó tanto la actividad como en España justo antes de Semana Santa. Los ciudadanos españoles estuvieron cuatro meses encerrados en sus casas durante una cuarentena de la que solo salían para ir a trabajar o hacer la compra, y el fuerte rebote de la economía durante la desescalada, con un crecimiento 16,7% entre julio y septiembre, no ha servido para compensar este desastre.
La segunda razón es la sobredimensión del sector turístico. Este representa el 12% del PIB y el 13,6% del total de afiliados a la Seguridad Social a inicios de 2020. El cierre de las fronteras iniciado con el estado de alarma decretado en marzo supuso un hándicap para la economía, ya que España recibe más de 80 millones de turistas internacionales al año, y que sin embargo en 2020 se ha reducido 40 millones menos de lo habitual entre enero y agosto.
Otra de las razones más importantes de la caída de la economía es el tamaño de las empresas españolas, ya que las PYMES suponen un 72% del empleo total en España. Uno de los problemas que tiene la estructura empresarial en España es el tamaño. El 96% de las compañías españolas son microempresas, cuya exposición es mayor por su limitada capacidad de reacción.
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