La esperada recuperación en «V» empieza a parecer una ilusión en uno de los indicadores donde parecía seguir esta tendencia: el comercio. Así lo atestiguan los datos de España con el resto del mundo. Solo hay que mirar la evolución de los meses de junio, julio y agosto. Al cierre del primer semestre la curva empezó a torcerse hasta que en el octavo mes del año volvieron a acentuarse las caídas.«Todos los servicios personales que se nos impidió consumir fueron los que más cayeron entonces. Al levantar las restricciones lo que ha ocurrido es lo contrario, son los que más han aumentado», señala. De hecho, las importaciones ahondaron su caída anual en mayo frente a abril, pese a que entonces comenzó a reabrirse la economía, en lo que se pudo deber a este efecto.
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