Lejos quedan ya los tiempos en los que acudir a una agencia de viajes para reservar un paquete turístico era lo más habitual. La irrupción de numerosas plataformas digitales ha abierto las puertas a nuevas formas de hacer turismo. Los hoteles tienen que competir ahora con los alquileres turísticos, pero no sólo de apartamentos sino también de jardines. Aunque no se trata de un fenómeno nuevo, el 'gamping' surgió en Reino Unido en 2010, esta nueva forma de viajar, una suerte de Airbnb de los jardines, ha ido ganando adeptos en los últimos años.
De hecho, varias plataformas como 'gamping' o 'garden sharing' ofrecen acampar en jardines privados, viñedos e incluso granjas.
Por una pequeña cantidad de dinero por persona y día (que suele oscilar entre los cinco y los 20 euros en función de la extensión del terreno que se alquile y de si tiene servicios como wifi, piscina o alguna área deportiva), los interesados pueden instalar sus tiendas de campaña en jardines particulares e incluso autocaravanas. Eso sí, el espacio que se alquila tiene que ofrecer unos mínimos requisitos como disponer de instalaciones de agua y acceso a un water, aunque cada vez más esta modalidad turística se va sofisticando y algunos anfitriones permiten el uso de la cocina interior de su casa, sirven desayunos y cenas u ofrecen tiendas de campaña o caravanas ya instaladas para facilitarle aún más la vida al campistaEn la región italiana de Piamonte, en el norte del país, han dado un paso más y hace unos días aprobaron una ley que regula el 'garden sharing' como "una nueva forma de turismo sostenible y responsable". "Esta norma ofrece los instrumentos necesarios para trabajar mejor en el ámbito del turismo joven, ligado a la naturaleza y a la vida al aire libre", afirmó la consejera de Turismo de la región, Antonella Parigi, durante la presentación de esta nueva regulación.
Piamonte es una zona especialmente atractiva para este tipo de turismo, ya que posee grandes extensiones verdes con vistas a espectaculares lagos y colinas. Pero aunque esta región ha sido pionera en regular esta práctica, en distintos territorios italianos ya funciona con éxito desde hace algún tiempo el turismo de acampada en jardines privados. El Lago di Garda, el Véneto, la Toscana, Puglia o Emilia- Romagna son algunos de los lugares donde se puede disfrutar de jardines compartidos, quepermiten huir de las aglomeraciones, sobre todo en verano, de los cámpings tradicionales.
Además, pernoctar en estos jardines resulta mucho más económico que hacerlo en un cámping, aunque también hay experiencias más lujosas que permiten disfrutar no sólo de los jardines, por ejemplo, de una residencia en la Toscana sino también utilizar la piscina de la villa o los espacios de ocio externos de los que disponga. Y todo ello por un precio que no suele superar los 60 euros por día.
Aunque, en principio, este tipo de alojamientos parecen más enfocados a un público 'low cost', lo cierto es que cada vez más atraen a turistas que no sólo buscan viajar barato sino descubrir de primera mano las costumbres locales y a sus gentes, compartiendo conversaciones y tradiciones con sus anfitriones. Unos propietarios que ven en esta nueva forma de hacer turismo una manera de aprovechar el espacio libre del que disponen en sus fincas, al tiempo que ganan algo de dinero extra. O que quieren sacar el máximo rendimiento a sus caravacas o autocaravanas cuando ellos nos las están utilizando, o que simplemente disfrutan conociendo gente nueva o de otras culturas.
Nazaret Montero Núñez 4°A
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