En Metro de Madrid se viaja apretado: las quejas de los viajeros al respecto son continuas. Sobre todo en hora punta. De acuerdo con su Memoria de 2017 —la última disponible—, la empresa pública gestionó el crecimiento de viajeros metiendo a más gente en menos espacio: Metro estimó en 2017 que sus trenes podían acoger una densidad de seis viajeros por metro cuadrado. Según el contrato entre Metro y el Consorcio de Transportes —organismo dependiente, como Metro, de la Comunidad de Madrid— “la densidad no ha de sobrepasar los cuatro viajeros por metro cuadrado”.
“Ya he tenido que dejar pasar dos trenes”, se quejaba una viajera el pasado viernes durante la hora punta matutina (entre las 7.30 y las 9.30). Iban hasta los topes. “Metro no cumple sus frecuencias y por eso vamos todos como cerdos en los vagones”, lamentaba otro usuario durante la tarde. De acuerdo con las constantes quejas, los problemas de saturación del metro parecen algo coticiano más que puntual.
Tomando la última Memoria de Metro disponible, la de 2017, se observa que la empresa pública gestionó el crecimiento de la demanda de viajeros, aumentando la densidad de los mismos por metro cuadrado. Es decir, saturando los vagones, concentrando a más personas en menos espacio. Durante 2017, en la hora punta matutina de la línea 1, Metro calculaba que en sus trenes podían viajar 14.865 viajeros por hora y por sentido: es decir, unos seis viajeros por metro cuadrado. Lo mismo ocurría en el resto de líneas.
Nazaret Montero Núñez 4ºA
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