El famoso impuesto al diésel que el Gobierno incluyó en su proyecto de Presupuestos Generales del Estado no está llamado a ser uno de los grandes protagonistas de la próxima campaña electoral para las elecciones del 28 de abril.
El Ejecutivo ha renunciado a subir el tributo a este carburante después de que su proyecto de cuentas fuese tumbado en el Congreso y el PSOE no lo incluye de forma explícita en el programa electoral presentado ayer, donde se limita simplemente a mencionar la necesidad de revisar la "fiscalidad medioambiental" para reducir las emisiones contaminantes.
El efecto de una subida fiscal a los hidrocarburos se ha observado este mismo año con el alza ejecutado en nueve autonomías para igualar el coste del antiguo 'céntimo sanitario' y evitar distorsiones entre regiones. La amenaza de sanción por parte de la Comisión Europea obligó al anterior Gobierno a unificar el tributo y éste lo hizo de la forma más vasta: equiparando al alza el impuesto hasta los 4,7 céntimos por litro que ya se cobraba en algunas regiones para evitar mermar las finanzas públicas regionales.
Este incremento ha provocado que entre los meses de enero y marzo el precio de un litro de gasolina y de gasóleo en España se encarezca el triple que en la media de la Unión Europea y la Eurozona, según la estadística europea. En concreto, un litro de gasolina 95 cuesta 1,26 euros de media en el país, mientras que el del gasóleo asciende ya a 1,23 euros. Son en ambos casos alrededor de seis céntimos más que a finales del pasado ejercicio.
Lucía Sanz 4A
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