El cambio de tendencia se explica por varios factores. En 2018, el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pactó una subida de los sueldos públicos del 6,1% para el trienio 2018-2020 que en ese primer año se tradujo ya en un alza del 1,75%. La patronal y los sindicatos, además, pactaron una subida salarial con una parte fija del 2% más una variable del 1% ligada a indicadores como la productividad o los resultados. Por último, el Gobierno del PP elevó ese año el salario mínimo un 4%, hasta los 735,9 euros. Fue antes del gran incremento que el Ejecutivo socialista pactó con Podemos para subirlo a 900 euros. Todo ello permitió que 2018 fuera el año que enterró la era de la contención salarial.
Para analizar la evolución de lo que se gana por hora trabajada, la estadística más adecuada es la del índice de precios del trabajo. Según los últimos datos disponibles, el salario por hora por el mismo trabajo cayó entre 2008 y 2017 un 1,9%. Pero en términos reales —es decir, descontando los efectos de la inflación— la pérdida de poder adquisitivo en este decenio negro sería del 10,8%, según los cálculos de Martín.
El salario mediano (el que divide al número de trabajadores en dos partes iguales: los que tienen un salario superior y los que tienen un salario inferior) se situó en 1.642,3 euros, un 3,26% superior al de 2017. El 40% de los asalariados ganó entre 1.260,9 y 2.187,2 euros, un 30% percibió más de 2.187,2 euros y el 30% restante, menos de 1.260,9 euros.
Ana Chen 4A
No hay comentarios:
Publicar un comentario