EL PUENTE DE DICIEMBRE, UN PEQUEÑO RESPIRO PARA LA HOSTELERÍA EN UN AÑO DE PESADILLA
Con prácticamente todas las comunidades cerradas a cal y canto, la hostelería ve en este puente de la Constitución una oportunidad única para intentar compensar unas pérdidas que crecen a pasos agigantados desde marzo. “El cierre perimetral nos beneficia porque favorece el consumo local”, explica a RTVE Juan José Blardony, director de la patronal hostelera de Madrid, aunque advierte de que la situación no es comparable en términos de gasto a la de otros años.
En la capital, los puentes de Todos los Santos y la Almudena, fechas en las que habitualmente los madrileños escapaban fuera de la ciudad, han supuesto para una restauración malherida un crecimiento inesperado de la clientela. Aun así, con un 20% de establecimientos cerrados definitivamente por el impacto del coronavirus, muchos ven el puente de la Constitución con más escepticismo que esperanza.
Un simple paseo por el centro de ciudades con gran afluencia de visitantes, como Barcelona o Madrid, permite reconocer una realidad que va a dos velocidades. Mientras que las zonas turísticas aparecen desiertas y con las persianas de los locales bajadas, los bares de barrio recuperan durante el puente una actividad desconocida durante los meses de pandemia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario