El INE (Instituto Nacional de Estadística) certifica el aplanamiento de la curva de la recuperación tras sufrir la actividad productiva y comercial entre marzo y diciembre un retroceso mayor que el acumulado entre 2008 y 2013 y cuya magnitud supera la mitad de la que padeció el país en el primer año de la Guerra Civil.
La actividad productiva y comercial de la economía española sufrió en el primer año de la pandemia una contratación de aproximadamente 125 mil millones para caer a 1,12 millones, según los datos de la Contabilidad Nacional difundidos por el INE y que reflejan un cortocircuito de magnitud desconocida en tiempos de paz.
Los tres sistemas de medida que se utilizan para calibrar el PIB reflejan contracciones similares y cercanas al 10%, lo que viene a significar que el país a retrocedido cuatro años en nueve meses para volver a registros de actividad ligeramente superiores a los de los últimos años, y certifica el final de seis años de crecimiento consecutivos.
La magnitud de ese vertiginoso desplome por el parón de la actividad por la pandemia y por las restricciones aplicadas para afrontarla desde mediados de marzo, tanto en España como en el resto del mundo, es mayor que al acumulado en los cinco primeros años de la "gran recesión", que siguió al estallido de la burbuja inmobiliaria y a la crisis financiera internacional de 2008, y supera la mitad de la registrada en el primer año de la Guerra Civil de 1936.
Los datos de INE apuntan, por otro lado, a un claro aplanamiento de la curva de la recuperación que supone regresar al nivel de crecimiento previo a la pandemia, durante la cual la economía española ha sufrido dos desmesurados pinchazos antes de una mejora del 16,4% que resultó ser más tenue que estructural a la vista de lo que le siguió, ya sea por los daños en el sistema productivo y/o por las restricciones derivadas de las nuevas olas de contagio.
Nuria Vaca Trejo 4ºB
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