viernes, 17 de enero de 2020

CASCADA DE DESPIDO POR ENFERMAR

Adriana Ampueda, venezolana de 42 años que llevaba siete como teleoperadora en la empresa Extel en A Coruña, acumuló 11 días de baja por una gastroenteritis y una afonía. El lunes, cuando se presentó en la oficina, fue despedida pese a tener justificante médico. Los sindicatos han identificado varias decenas de casos similares desde la sentencia del pasado 29 de octubre del Tribunal Constitucional que avala el despido de un empleado que falte al trabajo por enfermedad, aunque esté justificada. La frustración de Ampueda refleja el sentimiento de quienes se han visto en la misma situación: “¿Qué pretenden que hagamos? ¿Mentirle al médico?”.
Las cuatro trabajadoras de Extel (filial de la multinacional Adecco) cumplieron con todos los criterios para este tipo de despido. Adriana Ampueda cruzó el límite de una manera poco ortodoxa: “El médico me dio un reposo de 72 horas por fiebre. La empresa me dijo que volviese para pedir una baja de corta duración, fue así como me despidieron”. La compañía asegura que ha aplicado la norma y que en los últimos dos años ha despedido a 11 trabajadores de su plantilla de 35.000 personas. “Habrá que pararse a pensar por qué se les aplicó [el despido por enfermedad] a ellos en concreto”, añade sin dar más detalles.


                                      Lidia Comerón 4B 

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