La economía es una ciencia de pronóstico difícil. De ahí el dicho, cargado con una alta dosis de retranca, de que los economistas son expertos en predecir el pasado. Y si por medio se cuela la pandemia del Covid, la dificultad es aún mucho mayor. La irrupción del coronavirus, obligó a reformular los cálculos que las instituciones habían realizado sobre la evolución de distintos indicadores económicos en 2020. Y en ese movedizo terreno, el Instituto de Estudios Económicos (IEE) ha sido el que mejor ha sabido moverse.
La 'Diana Esade', elaborada por el Centro de Políticas Económicas EsadeEcPol, analiza la desviación media de las previsiones que hacen las principales instituciones en cuanto al crecimiento de la economía y a la tasa de paro en los últimos tres años. Pero esta edición ha sido especial. Porque no sólo ha tenido en cuenta los cálculos reflejados por las instituciones que conforman el panel de la Fundación de Cajas de Ahorro en septiembre de 2019, sino que también los publicados en mayo de 2020, cuando el impacto de la pandemia ya era evidente en todo el mundo. Ha analizado todas las desviaciones respecto a los datos registrados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a finales de 2020 en una nueva versión llamada 'Diana Covid'.
Según la Contabilidad Nacional Trimestral de España, el pasado año acabó con una caída del Producto Interior Bruto (PIB) del 11%, exactamente tal y como predijo en mayo el IEE.
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