UN
'EFECTO DOMINÓ' DE QUIEBRAS AMENAZA A MILES DE EMPRESAS
La ampliación de plazos
permitió mantener estables los concursos en 2020, pero los negocios ven cada
vez menos salida.
Una parte de las empresas no
tendrá más remedio que echar el cierre cuando acabe la protección legal con la
que cuentan desde hace un año. Es prácticamente la misma situación en la que se
encuentran buena parte de los 900.000 trabajadores en ERTE, cuyo futuro no
tiene por qué ser el paro, aunque tampoco la vuelta a su puesto de trabajo.
Tras 12 meses de crisis –con su primer gran confinamiento, las posteriores
limitaciones del verano y las restricciones de la segunda ola–, cada vez más
negocios optan por el cierre frente a la posibilidad de presentar un concurso
de acreedores (las antiguas quiebras judiciales) para tratar de salvar su
futuro.
Desde el pasado mes de
septiembre, la tendencia es clara: el número de empresas que han presentado
declaración de concurso de acreedores ha ido incrementándose: un 25% tras el
verano; un 26% en noviembre; y hasta un 30% en diciembre, según los datos de
los Registradores. En enero, con los registros más actualizados, la situación
se ha estabilizado mínimamente.
CARLOS CÁCERES NÚÑEZ 4ºESO-B
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