La economía española
se está frenando. Lo reconoce ya abiertamente hasta el Gobierno en
funciones, que ahora pide ser reelegido para hacer frente al frenazo con
cierta estabilidad. Pero, a la espera de lo que salga de las urnas el
próximo 10-N, los indicadores preocupantes no dejan de acumularse para España. Hoy mismo, el de la OCDE, que refleja que nuestro país se esta fatigando a un ritmo mucho mayor a lo esperado y muy por encima de lo que están haciendo sus socios europeos.
En
concreto, el ritmo al que se debilita el crecimiento de la economía
española se ha intensificado este verano. Según el informe de la OCDE,
con datos de agosto, el indicador compuesto de indicadores líderes (CLI)
sitúa a nuestro país en 98,58 puntos, 22 centésimas menos de los 98,8 que marcó el mes anterior y que supone su menor nivel desde junio de 2013.
La preocupación por esta foto se acentúa si se compara con lo que
están haciendo los países de nuestro entorno. La mencionada caída de
0,22 puntos es algo más del doble del deterioro de 0,10
puntos que la OCDE prevé para el conjunto de la Eurozona [98,96 puntos]
y muy superior al descenso previsto para el conjunto de países de la
OCDE [99,06 puntos], con una caída de 0,05 puntos.
La gran preocupación de la Eurozona, la economía alemana,
también se está debilitando a buen ritmo según la organización que
dirige Ángel Gurría, pero con mejor intensidad que España, con una caída
de 15 centésimas. Su CLI cayó hasta los 98,58 puntos, frente a los
98,72 del mes anterior.
Jean Carlo Suarez 4A
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