Pese a que pueden suponer la quiebra de su negocio, los emprendedores desconocen los riesgos a los que se enfrentan en su actividad: daños materiales, personales y patrimoniales que, además, pueden conllevar "reclamaciones de terceros".
“Muchos emprendedores desconocen cuáles son estos riesgos y, aun sabiéndolo, no saben cómo protegerse de ellos o minimizarlos para dedicarse en exclusiva a hacer que su startup funcione. Y, después de haber invertido energía, trabajo, mucho esfuerzo y, sobre todo, un capital que - para muchos- va más allá de sus ahorros (family & friends, préstamos o hipotecas) es una pena que lo pierdan todo por no haber cubierto correctamente los riesgos asociados con su negocio, incluso a ellos mismos. Muchas veces se olvidan de todo esto, a pesar de que tenga consecuencias tan graves como la quiebra de algo que les ha costado tanto levantar.”
Fundamentalmente, los riesgos a los que se enfrentan los emprendedores son de tres tipos, según indicaron desde SingularCover, startup española de insurtech especializada en seguros para comercios , oficinas , pymes y aútonomos. Por un lado, los daños materiales que serían, por ejemplo, el robo de equipos informáticos, rotura de cristales o daños por agua. Suelen tener un impacto económico controlable, sin embargo, se pueden eliminar fácilmente asegurando los equipos y bienes, junto a la oficina con una simple póliza de multirriesgo.
Iman Chargui 4B
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